Análisis Octopath Traveler, un clásico moderno - Geeky (2024)

El primer Octopath Traveler desembarcó en PlayStation, y con él las 8 grandes aventuras que supieron brillar en Nintendo Switch.

Octopath Traveler es un juego singular, bastante único y que supo convertirse en un clásico instantáneo. Recibió halagos y críticas al momento de su lanzamiento en 2018, pero todos coincidían con algo: era un título disruptivo, de corte clásico… pero disruptivo.

La consola de Sony era la última que le faltaba visitar a la joyita de Square Enix, esa que puso el HD-2D ante los ojos del mundo, y que la desarrolladora japonesa tenía muchas historias para contar en este formato. Tras su debut en Nintendo Switch, el juego se paseó por Xbox y PC… ¡Incluso llegó a Google Stadia!. A casi 6 años de su lanzamiento, tacha todos los casilleros del bingo gamer y se da el lujo de estar disponible en PS4 y PS5, de la misma forma que lo está su secuela de 2023.

Pese al paso de los años, y a contar con una (gran) secuela sobre sus hombros, el desembarco de Octopath Traveler 1 en PlayStation es una gran excusa para descubrir (o re-descubrir) esta gran saga que bebe de juegos como Live a Live, un emblema de los juegos de rol hecho por Squaresoft para Super Nintendo en los ’90, y que no vio la luz en occidente hasta 2022.

¿Por qué fue una revolución?

Lo primero que cautiva de Octopath Traveler es el apartado visual. El HD-2D apareció por primera vez con este título.Por primera vez en muchos años un estudio le ponía el mismo presupuesto y tratamiento a un RPG en este formado que a cualquier otro título AAA, incluso teniendo que salir a explicar posteriormente porque no todos los juegos de este estilo contaban con el HD-2D.“Probablemente vale la pena señalar que es más costoso de lo que uno podría pensar. En ese sentido, es una buena combinación con los títulos que Square Enix quiere lanzar. Es posible que no haya mucho que ganar si otras compañías lo copian (refiriéndose a estudios indie)”,fueron las palabras de Tomoya Asano, productor de Square Enix.

Este motor gráfico es una puesta a punto de un estilo gráfico que parecía perdido en el tiempo, o bien, que había quedado casi como uso exclusivo de estudios indie. Square Enix decidió en 2018 darle toda una nueva impronta al Pixel-Art, el 2D-HD combina la elegancia de los fondos 3D con el contraste que ofrecen los sprites 2D tradicionales, sumando un curadísimo trabajo en la iluminación y paletas de colores. Este motor busca traer a la modernidad aquellos clásicos elementos de la nostalgia gamer, de quienes se criaron con los Final Fantasy originales o los Dragon Quest, pero cuyo ojo y gusto ha evolucionado con la tecnología.

Es incorrecto decir que Square Enix reinventó el género, más teniendo en cuenta que previamente habíamos tenido juegos como Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia, Shin Megami Tensei: Devil Survivor 2 Record Breaker o Valkyria Chronicles;sin embargo sí es justo decir que lo puso nuevamente en el centro de la escena, al menos desde el apartado técnico.

Recorrer cada metro cuadrado, aldea o recoveco de Orsterra es definitivamente un placer. Desde la dinámica que ofrece su tridimensionalidad hasta los detalles que podemos encontrar en Riverlands, Goldshore o cualquiera de las otras ciudades, el juego invita a explorar cada una de las ocho regiones que componen al mapa, con sus características únicas y perfectamente logradas desde el apartado gráfico. Buscar tesoros, items o simplemente entablar diálogos con NPCs, cualquier excusa parece buena para perderse en el hermoso mundo creado por Masashi Takahashi y Tomoya Asano.

Sin embargo, la belleza del mundo no fue el único elemento cautivador de la saga. A buenas y primeras, la promesa de ocho historias únicas, de entre las cuales podíamos elegir con cual empezar y como recorrerlas parecía una apuesta más que interesante, y definitivamente uno de los elementos más atrapantes. Esto claro, antes de realmente saber como funcionaba la dinámica del juego.

Sí, técnicamente todo lo prometido estaba ahí, en esas casi 60/70 horas de aventura, sin embargo el “cómo” de la ejecución de estas ideas no termina de explotar todo lo que podría haber sido. Para comenzar a jugar Octopath Traveler uno tiene que elegir con qué personaje de los 8 protagonistas va a iniciar la aventura que se compone de cuatro capítulos por personaje. No es necesario terminar un personaje completo para pasar a la historia del siguiente, y aquí está el primer error. No solo no es necesario, sino que si quisiéramos hacerlo así, es casi imposible: el juego, entre capítulo y capítulo, da unos saltos de nivel muy grandes a nuestros enemigos, por lo que si bien no te obliga, bastante te sugestiona a tener que hacer las distintas historias para poder luego retomar la senda inicial.

Esta necesidad por tener que pasar por TODOS los personajes antes de dar un salto capitular, hace que el arranque del juego sea MUY lento, tedioso y de la falsa sensación de simplista. Cada capítulo suele durar entre una hora y poco menos de dos, dependiendo de cuanto nos cueste y que atención pongamos a los diálogos, y para completar todos los primeros capítulos podríamos tardarnos entre 10 y 15 horas… las cuales son pesadas y lentas, creándole una mala primera imagen al juego que, con paciencia y el correr de los capítulos, medianamente podrá cambiar.

Un camino desigual y un no-desenlace

Ocho personajes, ocho historias y una nula vinculación. A diferencia de lo que supo hacer Live a Live en 1994 o el mismísimo Octopath Traveler 2 en 2023, la primera entrega de esta saga no busca atar las historias de los protagonistas, no busca ofrecer un final superador luego de haber completado los 32 capítulos del juego, no hay un gran capitulo final. No, Octopath Traveler es eso, un compendio de historias.

Obviamente, y como no podía ser de otra forma, hay algunas muy entretenidas y otras que se hacen bastante pesadas. La de Ophilia, por ejemplo, no levanta sino hasta el último capítulo, mientras que la de Olberic es una grandísima aventura de principio a fin. Sin embargo, lo que más ruido hace, es que pese a poder reclutar a los demás miembros a nuestra party de 4, la interacción entre ellos es nula. Más allá de un par de diálogos, 100% opcionales además, no hay un vínculo que se forme con el correr de la aventura, sintiéndose que la compañía solo está presente para poder hacer frente a los enemigos, y no porque realmente tenga que aportar algo.

Pese a cierto desbalance en las historias, hay un elemento en común que se hace presente en todas: el plot-twist. Desgraciadamente, la narrativa abusa tanto pero tanto de los giros narrativos, que uno termina viéndolos venir a kilómetros de distancia. Luego de los primeros “epa che, mirá lo que pasó” uno ya le toma la mano a la línea del juego y pierde ese efecto sorpresa que busca generar. Square dejame decirte que, si todos son plot-twist, ninguno es plot-twist…

El combate: una joya táctica

Así como la historia no termina de cerrar y ser todo lo que esperábamos, más por ser un título de Square Enix, el combate no solo es lo que queríamos que fuera, sino que supera cualquier expectativa del mismo.

Pese a la lentitud de su inicio, Octopath Traveler es una joya absoluta de las mecánicas y estrategias de combate. El sistema de clases, o Trabajos (Jobs), que plantea y las sub-clases alternativas dan una infinidad de posibilidades en cuanto a la personalización táctica de nuestros héroes, pero lo mejor cae en la lucha per-se.

A nivel macro, estamos ante un RPG de corte clásico, donde el combate se da a través de una sucesión de turnos y deberemos de elegir qué técnica vamos a implementar. Sin embargo, en el desguace del mismo, nos encontramos con un nivel de profundidad bestial basado en no solo en el tradicional sistema de fortalezas y debilidades, sino también en dos elementos clave: el sistema de Impulsos y Rupturas.

Con respecto al primero, estamos ante un score que sumamos por cada turno completado, y el cual podremos cambiar en combate o por una sucesión de ataques básicos o bien por un potenciador de nuestras habilidades especiales con hasta un máximo de tres puntos de Impulso por turno. Un sistema parecido implemento Sea of Stars, una de las últimas joyas indie que supo consagrarse con el The Game Award al Mejor Videojuego Independiente en 2023.

Por el lado de las Rupturas, este sistema busca explotar la debilidad de nuestros enemigos, destruyendo sus “escudos” o capas defensivas con la implementación de ataques de fortalezas sobre debilidades. Más allá del daño efectuado, un pleno de esta característica sirve para destruir uno de estos escudos, y esto es una herramienta clave sobre todo ante enemigos de mayor envergadura o bosses, cuyas peleas pueden estirarse hasta los 35/40 minutos.

La ruptura de la totalidad de los escudos va a hacer que nuestro enemigo “pierda un turno” y además quede expuesto a recibir mayor daño. Esto resulta fundamental saber hacerlo con el timming correcto, aplicar una Ruptura justo cuando vemos que nuestro enemigo prepara un ataque especial no solo va a privarlo de ese turno que podría complicarnos el combate, sino que además lo deja vulnerable. Volviendo a los bosses, hay que saber medir este elemento ya que evitar recibir golpes críticos es tan importante como saber darlo, ya que si no somos cuidadosos, vamos a terminar desperdiciando 40 minutos y teniendo que volver a arrancar la pelea.

Conclusión

Octopath Traveler es un clásico moderno, le dio un lavado de cara a un género bastante nostálgico y tradicional y catapultó la expectativa por varios juegos que vinieron después: Triangle Strategy, Octopath Traveler 2 y ahora la espera de Dragon Quest III HD-2D Remake.

Pese a que su historia flaquea por momentos y deja una sensación de que podría haber dado mucho más, no estamos ante un desastre ni mucho menos, sino más bien una aventura cumplidora. Qué podría haber sido mucho más no caben dudas, pero lo cierto es que si lo desglosamos, estamos ante 8 mini juegos que podrían considerarse cuasi independientes.

La verdadera joya de la corona la da el motor gráfico que es una bestialidad absoluta y un sistema de combates muy bien pensado que va a exigir nuestra cabeza y razonamiento al máximo ya que no solo se trata de tirar poderes fuertes y a otra cosa.